miércoles, 23 de enero de 2013

¿POR QUÉ ESCRIBIR UN BLOG?

Hace unos días me encontré en la calle con un conocido y lector asiduo del blog. Me preguntaba por qué dedicaba tanto tiempo a escribir, y sobre todo cuando le confesé que lo hacía de madrugada. Ahí van unas cuantas reflexiones:

Por dinero. No. Mi manera para ganarme la vida es otra. No obtengo ningún beneficio directo por escribir. Aunque, si me hubieran pagado como en la Fundación Ideas, a 3000€ por artículo, en un año hubiera ganado unos 240.000€. No está mal, no?
Por hacer crecer mi ego. Tampoco. Estoy seguro que poca gente hablará de mi cuando me vaya al otro barrio. Si me hubiera muerto cuando me pilló el cáncer, con 29 años, y hubiera sido cantante, pues igual hubiera entrado en el club de Jim Morrison, Kurt Cobain, Joplin o Hendrix. Pero, por desgracia, toco bastante mal la guitarra.

¿Por qué puñetas escribo entonces el blog? Pues por amor al arte. Por poder compartir experiencias con gente que no me conoce de nada, o sí. Porque un año después compruebo -sí con satisfacción- que puedo ayudar a otras personas que han pasado por lo mismo que un servidor: esa "larga enfermedad", la incertidumbre de no tener trabajo, etc. Porque al escribir y publicitar mi blog en determinados grupos en Internet he visto cómo mis opiniones cobran fuerza y me erijo -de alguna manera- en prescriptor. Y en consecuencia, algunas personas llaman a mi puerta ofreciéndome trabajo, bien como asesor, como consultor...llámalo equis.

Imagino que cada blogger inicia el suyo propio esperando una "recompensa". Yo lo inicié, como he apuntado anteriormente, por amor al arte. Hoy veo que, además, tiene otra serie de utilidades. Pues bienvenido sea el blog. Y, sobre todo, gracias a ti por leerlo, por compartirlo con otras personas, por recomendarlo, por participar a través de tus comentarios. Porque este espacio sin lectores, carece de cualquier sentido.

viernes, 18 de enero de 2013

REGRESO AL PASADO

Hace poco he encontrado un grupo en linkedin dedicado al sector educativo y al que os invito a participar. Se llama Innovation shadowing. Tiene una filosofía muy orientada a eficiencia en relación con nuevas tecnologías. A través de este grupo los participantes intentamos dar pistas, pautas, de hacia dónde debería moverse el sector educativo.

Hace poco ponía el siguiente ejemplo, comparándolo con el sanitario. Si cerrásemos los ojos e imaginásemos una sala de operaciones de 1900, si estabas pocho y tenían que intervenirte, mejor rezar a todos los santos, donde la tecnología más puntera quizá fuesen los rayos X. Sin abrir los ojos, imaginemos ahora un aula en el mismo año: niños apiñados en pequeñas aulas con pupitres de madera, mirando hacia el profesor y con una pizarra donde éste va apuntando algunos datos.
Hacemos un pequeño salto en el tiempo, digamos de 100 años. La sala de operaciones se ha convertido en un auténtico quirófano con la tecnología más puntera del sector, con máquinas que permiten hacer PET, gammagrafías y pequeños robots articulados capaces de eliminar tumores de milímetros mediante brazos robóticos. Ahora, nos trasladamos con la imaginación a un aula en el año 2000: niños y niñas oyendo la magistral clase del profesor y éste copiando apuntando datos en una pizarra. Quizá lo más reseñable es que algún colegio a principios de este siglo haya decidido poner un PC en el aula. Pero la inercia casi obliga a que los docentes efectúen su labor casi de la misma manera.
Aula en torno a 1910. Niños atendiendo, profesor explicando, pizarra...

Pocas diferencias respecto al aula de 1910. Sólo que la foto es en color.
El problema al que se enfrentan ahora los profesores y los responsables en general del sector educativo es que no saben casi ni por dónde empezar. Tienen un amplio abanico de tecnologías pero no saben cuál implementar. De modo que el error más frecuente es implementar todas a la vez, y que sea lo que Dios quiera: muchas jamás se usarán y otras tantas no se sabrán para qué sirven, de modo que quedarán relegadas en el baúl de los recuerdos.
Ahora se está dando mucho bombo al tema de la mochila digital. Todos hablan de ella y poco saben de qué va el tema. En mi opinión, si queremos que sea un éxito dicha implantación habrá primero que formar al profesorado adecuadamente, no con un curso de 3 meses; que los alumnos utilicen las tecnologías como herramienta de estudio, no como soporte de documentación (para eso ya están los libros). De lo que se trata es de que aprovechen y saquen todo el jugo a las aplicaciones que hay disponibles, a las herramientas de TI, redes de vídeo conferencia, etc., que las usen durante toda la jornada escolar, no ir de "paseo al aula de informática" dos horas a la semana.  ¿De qué me sirve que mis hijos interactúen en casa con su propia tablet y con mi smartphone si cuando llegan al aula es como volver a la edad de piedra?

Por eso el sector educativo precisa de herramientas de gestión que ayuden, que guíen, en esta travesía del desierto para que los colegios logren -además de enseñar- ofrecer un verdadero valor añadido, diferencial.

jueves, 17 de enero de 2013

LA "MARCA" ESPAÑA

De un tiempo a esta marca se ha puesto de moda trabajar sobre la idea de "marca" asociado a una idea, un ente, un intangible. Está claro que trabajar en la línea de fortalecer la reputación corporativa de una "marca" proporciona una serie de ventajas y beneficios. Pero, ¿por qué en unos sectores se produce de manera tan flagrante y en otros, ni lo más mínimo?

Hace ya más de dos décadas de nuestras Olimpiadas Barcelona 92 (ahora la señora de Aznar sigue con la cabezonada de Gallardón y está en plan erre que erre, a ver si hacen Madrid olímpico 2048). Numerosos comercios durante Barcelona 92 ofrecían regalar aquello que compraras mientras durasen las Olimpiadas si España obtenía más de 20 medallas, lo cual daba idea de la poca fe que había en nuestros deportistas patrios. El caso es que España logró contra todo pronóstico 22 metales (13 oros, 7 platas y 2 bronces). Después de ese gran hito deportivo, varios europeos de Atletismo nos procuraron más laureles. Años más tarde -1994-el tenis femenino, con Vicario a la cabeza nos procuró un abierto de Estados Unidos y un Roland Garros (su segundo en tierra batida). En baloncesto, además de Olimpiadas, nuestros chicos lograron varios Eurobasket, Juegos del Mediterráneo, etc. De Rafa Nadal poco hay que decir; bueno, sí: que no tiene nada que ver con los Premios literarios Nadal, como quiso ilustrar en el monumental error de TVE. Coñas aparte, el de Manacor no ha dejado títere con cabeza ni en tierra batida ni en hierba ni en ningún lado.
¡Incluso ganamos un Europeo de fútbol! ¡Y EL MUNDIAL! Y como no hay dos sin tres, conseguimos un segundo título europeo. ¡Pero qué grandes somos, leches! Pero, ¿y todo esto, cómo ha sido posible?

Pues fue posible porque desde la institución española Asociación de Deportes Olímpicos se crearon las becas que llevan su nombre, ayudando e impulsando a deportistas de elite en diversas disciplinas: vela, natación sincronizada, waterpolo, etc. Se quiso fortalecer la marca de España a través del deporte y se alcanzaron importantes hitos. España es ahora una productora de deportistas de primer nivel en variados deportes, se les recibe en loor de multitudes, como héroes; ocupan páginas en la sección de deportes, corazón, sociedad y hasta en "las hojas salmón".

Todo esto está muy bien. Ahora: ¿no sería mejor invertir en potenciar la "marca" España en otras disciplinas como -por ejemplo- educación? Porque creo que no hace falta recordar los patéticos puestos  que ostentamos en los informes PISA. Porque creo que generarán más riqueza para la nación universitarios formados desde el punto de vista de la excelencia, aportando valor, que un grupúsculo de deportistas.

martes, 15 de enero de 2013

ESTUDIA PARA EMPRENDER

Cerca de 7.000 alumnos castellano manchegos han optado por la asignatura de Emprendedores. Además, un numeroso grupo de profesores ha solicitado recibir la formación necesaria para impartir la asignatura en cuestión. La noticia en sí es buena, muy buena. Ofrece un cambio de perspectiva del que se tenía hasta ahora. Los niños ya no quieren jugar a ser funcionarios de mayores, sino que quieren jugar a ser emprendedores. Pero ojo, porque en paralelo a esta idea también hay una corriente que pretende "alejar" a los alumnos de la Universidad y apostar de manera directa por el emprendedor.

Bajo mi punto de vista, tan necesarios son unos estudios universitarios como disponer de "madera" de emprendedor. Hace un par de años un contacto mío, que ostentó un cargo de importancia en Monster para el Reino Unido, me decía que en aquellas tierras las empresas buscaban licenciados (o doctores) universitarios, dando igual lo que hubieran estudiado. Lo que ponían de manifiesto es que un alumno universitario suele tener la cabeza "amueblada" de manera más correcta que quien no ha pisado nunca un aula; amén de que -como es lógico y a poco esfuerzo que le haya puesto- adquiera una serie de conocimientos específicos y habilidades que le valdrán en un futuro.

Pongamos por caso que su hijo de 17 años es una fiera en determinada área y es capaz de desarrollar un programa informático increíblemente bueno. Si no ha llegado un fondo de inversión que le compre la idea/empresa y opta por seguir trabajando en su propio proyecto (algo tan loable como peligroso), lo más recomendable es que empiece a rodearse de los mejores en diferentes áreas: deberá buscar un asesor financiero y/o legal (que seguro ha pasado por la universidad), un periodista para que le gestione de manera eficaz las campañas de marketing y comunicación (también habrá pasado por la universidad); quizá tenga que contratar a varios informáticos para que continúen y trabajen en el desarrollo de esta aplicación (ingenieros que habrán estudiado en un centro universitario sí o sí)...Se pone siempre el ejemplo del creador de Facebook como un lumbrera que ha creado el mayor portal de cotillas del planeta; una empresa que incluso ha llegado a salir a bolsa hace unos meses (y que ahora, por cierto, debe valer casi la mitad). Lo más probable es que el dueño de Facebook se haya rodeado de una cohorte de ingenieros y licenciados en múltiples ramas del saber para que le aconsejen en cada paso que da.

Ten en cuenta que por cada emprendedor que crea una empresa hay un centenar que fracasa; que por cada empresa con cierta enjundia, hay más de 10.000 que no salen a flote, y que por cada Apple, Facebook o Microsoft, miles de miles de emprendedores han visto que su proyecto tampoco era tan bueno. Son pocas excepciones que confirman la regla; lo mismo que cuanto más y mejor estés preparado, más segura será tu carrera hacia el éxito. Quizá no pases a los anales de la historia como el emprendedor más joven con una carrera meteórica. Pero es que, a día de hoy, crear autoempleo y poder trabajar ya es de por sí un rotundo éxito.

martes, 8 de enero de 2013

¿Y SI SALE BIEN?

A día de hoy, mucha gente no sabe qué quiere hacer con su futuro, aunque lo que sí tiene claro es qué no quiere que le suceda. Todos diferenciamos lo que nos gusta de lo que no. Sin embargo, sobre el futuro suele planear siempre la incógnita, la duda.

Desde niños se nos proporcionan una gran cantidad de conocimientos, tanto en la escuela como a través de extraescolares; pero, casi por norma, no enseñan a los niños a confiar en sí mismos, en el desarrollo de sus habilidades. ¿No habéis oído nunca a un niño preguntar sistemáticamente a su padre si lo que está haciendo está bien hecho? Siempre van buscando un apoyo.
Para llegar a tu futuro primero tienes que soñarlo, es decir, tienes que establecer cuándo será una realidad y ponerte a trabajar para que sea una certeza. Y para lograr que tu sueño sea una realidad hay que analizarse primero.

Con casi 6 millones de parados, por lo general aquí lo de "virgencita, virgencita, que me quede como estoy" cobra fuerza y muchos de nosotros solemos estar en lo que se denomina la zona de confort. Es decir, un entorno en el que nos movemos a gusto, sabemos que hay riesgos mínimos, poco que ganar y mucho menos que perder.¿Te imaginas a un cabrero de los Picos de Europa en un atasco de kilómetros en una gran urbe y rodeado de coches? Si eres urbanita, el atasco para ti es un espacio conocido y hasta te podrás sentir "cómodo"; al cabrero, posiblemente, le esté dando un infarto. Si tu jefe no para de gritarte y te dice que el papel que le has entregado era "para ayer", sigues estando en tu zona de confort; porque es a lo que te has/han acostumbrado y -además-es lo que conoces.

En paralelo a tu zona de confort está la denominada zona de aprendizaje; ese rincón donde cada cual se asoma para seguir adquiriendo capacidades, sea de la índole que sea: aprender nuevas recetas, viajar a tus sitios "soñados", conocer nuevas personas, etc. Es una zona no exenta de riesgos pero sí es verdad que la gente suele asomarse a este "rincón" con cierta frecuencia con el ánimo de enriquecerse culturalmente. De este modo vemos a los que podríamos denominar conservadores: gente que no suele salir de su zona de confort, gente que prefiere aguantar el atasco diario, que tu jefe te meta dos (o más) chillidos y aguantar luego más cosas; o bien innovadores: gente que prefiere abandonar su zona de confort para conocer nuevas sensaciones en su trabajo, en su vida familiar, en sus momentos de ocio...
En un tercer círculo (esto ya para intrépidos) está la zona de pánico. Es aquella zona donde no hay confort, donde puedes estar aprendiendo nuevas cosas y donde la incertidumbre de lo que te rodea es total. Los conservadores te dirán que ni se te ocurra traspasar esa frontera; hay un miedo a lo desconocido y te aleccionarán con que ahí existen cosas malas. Pero, ¿y si hay cosas buenas? Por eso, para los innovadores, la zona de pánico prefieren llamarla la zona mágica, porque no saben qué van a encontrar. Es la zona de los grandes retos donde casi todo está por hacer, por descubrir.
Como tal zona de pánico, hay un miedo de los conservadores ante la duda ¿Podré volver a mi zona de confort en caso que no me gusten las experiencias? La realidad es que sí podrás volver, y con una gran ventaja puesto que ahora la zona de confort la has ampliado, así como tu zona de aprendizaje. Has logrado desarrollarte, aumentar tu conocimiento y saber hasta dónde puedes llegar. Tendrás opiniones enfrentadas y mientras la inmensa mayoría te dirán que es miedo a lo desconocido, en realidad es miedo a perder tus regiones conquistadas, tu zona de confort.

Llegados a este punto vivirás dos situaciones: una que te impulsará a retroceder a tu zona de confort. "Vale, ya he visto mundo, ahora quiero volver", y otra que te dirá que quieres ver más, que quieres conocer más y ver hasta dónde puedes llegar; lo que en psicología se podría definir como la confrontación del miedo versus la motivación. Tienes miedo de seguir adelante pero también la motivación suficiente que te empuja a seguir investigando en esa zona mágica. Para lograr salir airoso de esta "guerra interna" cada cual tenemos que creer firmemente en nosotros mismos, en nuestras capacidades, en nuestras fortalezas. Cada cual debe decidir y forjar su propio futuro.

Si valoramos en la justa medida nuestros miedos ante una nueva iniciativa y los afrontamos debidamente, lo más probable es que salgamos fortalecidos, con mayor autoestima y más motivados aún respecto a la idoneidad de nuestra empresa. Tenemos que buscar qué actividad nos motiva, utilizar todas nuestras competencias que hemos ido aprendiendo a lo largo de tooooda nuestra vida
Igualmente, cada sueño tiene una finalidad. ¿Para qué voy a comprometer mi vida, mi dinero, todo, en mi sueño?
Cuando cada uno sepa qué quiere, por qué lo quiere hacer y sobre todo con qué finalidad, llegará el momento de pasar a la acción e intentar que nuestros sueños se hagan realidad, con trabajo, con esfuerzo. Comprobarás que aún te quedan cosas por aprender. Pero lo importante es que no cejarás en tu empeño. En realidad estás avanzando (y mucho) en lograr que tu sueño sea una realidad.
Por eso, cuando atravieses la zona de aprendizaje a la zona de pánico hazte la pregunta ¿Y si sale bien?