miércoles, 23 de mayo de 2012

FINES SOCIALES


Para desgracia de muchos y alegría de 16 (los que siguen mi blog), vuelvo a las andadas con un nuevo post . Me gustaría comentaros dos eventos que me han repercutido en el presente mes de mayo. Uno es un evento único; el otro, anual, seguramente que tú también has pasado por ello: la declaración de la renta.


Como toca hacer caja vía impuestos, la gente está ahora como loca haciendo la declaración. Los que tienen hipotecas, este es el momento más feliz del año: A Hacienda, que somos todos, no sólo no pagamos, sino que hasta nos devuelven. Y los que tienen contratados planes de pensiones, ya ni te cuento, el chocolate del loro. En concreto me gustaría traer a colación la tan famosa y espinosa "equis" de colaborar con la Iglesia. Entiendo a aquellos que no quieran colaborar con la Iglesia y prefieran destinar ese porcentaje mínimo (no llega al 1%) a otros menesteres sociales. El problema es que mientras que con la Iglesia sabemos que las acciones sociales sí tienen su fruto: colegios, sanatorios, hospitales de día, Cáritas, etc., por contra no sé dónde destina el Estado (que también somos todos) ese fin social. Y para más INRI (y nunca mejor dicho), ahora dicen a los jerarcas de la Iglesia que como la cosa está muy malita que arrimen el hombro y que paguen el IBI. El IBI, un impuesto exento para la Iglesia y para los sindicatos y los partidos políticos. Para el que no lo sepa, ni CCOO ni UGT paga un euro en concepto de IBI (ni de alquiler ni de nada) por sus instalaciones. La Iglesia ya ha dicho que ok, que paga; pero que también paguen todas estas instituciones que están exentas: o todos o ninguno (lógico). Pero claro, también avisan: Si (la Iglesia Católica) paga los 5 millones de euros en concepto IBI, advierten que posiblemente las prestaciones que ofrece queden mermadas. Igual hay menos dinero para Cáritas, o para gestionar colegios, o para cubrir camas hospitalarias. Y eso, es un fin social. O acaso alguien ha visto que en la sede de CCOO o de IU estén repartiendo bocatas de chorizo entre los damnificados por la crisis. Y por cierto, en Cáritas no creo que pregunten si eres católico o musulmán; si eres de izquierda o de derechas. Sólo te hacen una pregunta: ¿tienes hambre? Ahora que también es tiempo de escolarizar a nuestros muchachos, mucha gente se echa las manos a la cabeza porque no hay plazas en los colegios públicos. Los regentados por la Iglesia están abarrotados y todo el mundo quiere ir a uno de ellos. ¿Por qué será? En fin, total libertad para marcar la equis donde quieras, o hacerlo en blanco.

Y seguimos con "fines sociales". La otra cuestión que quería traer a colación es un evento en el que participé durante un fin de semana entero. Se llama UEIA y ha sido posible gracias a la persistencia, esfuerzo y trabajo de un grupo de profesionales involucrados (y unidos) por una misma causa: el emprendedor para causas sociales y con base tecnológica. Fue un fin de semana donde más de un centenar de personas movidas por, al menos, una de estas tres causas nos unimos en AJE (Asociación Jóvenes Empresarios) para dar rienda suelta a la creatividad y trabajar de manera colaborativa y desinteresada en (grandes) proyectos de otras personas. Proyectos orientados a faciliar la educación a los niños autistas, promover la integración del colectivo de las mujeres maltratadas con el proyecto Evádete de David Pedroche e Isabel, o el Tupper de la Abuela, para aumentar la capacidad económica de los jubilados. Y así hasta 10 proyectos sumamente interesantes.
Yo por mi parte no presenté mi proyecto orientado a incrementar la salud de un colectivo que, por desgracia, va en aumento: los enfermos oncológicos. De momento sí os diré que el proyecto va cogiendo cuerpo y sobre el que ya se han interesado dos potentes grupos de inversión. Para mí, de momento, es una forma de recompensa a mis 6 meses en los que estoy trabajando prácticamente todas las noches y durmiendo un máximo de 5 horas. Espero poder daros buenas noticias antes de fin de año.