viernes, 27 de enero de 2012


La SOPA Boba
 
El castellano que es uno de los idiomas más ricos, ofrece en su refranero popular auténticas perlas para describir momentos, situaciones... Una de ellas es "vivir de la sopa boba". El refrán hace alusión al conjunto de guisos mezclados que restaban de los alimentos de los comensales que se ofrecían en las posadas, bares o conventos. En definitiva, no eran más que los restos de los menús y que,a  diraio, se les daba a los conocidos como sopistas a cambio de alguna pieza musical o verso.  Hoy día, el hecho de "vivir de la sopa boba" hace una clara alusión a aquellos que por desgracia en lugar de obtener unos rendimientos derivados de su trabajo, consiguen vivir sin trabajar.

Y en Estados Unidos, que ahora se están dando cuenta que esto de compartir ficheros con ánimo de lucro está perjudicando seriamente la industria musical y cinematográfica, están queriendo poner puertas al campo. Una especie de ley Sinde, a la americana; y no han tenido mejor definición que denominarla SOPA (toma ya)
SOPA es el acrónimo de Stop Online Piracy Act -acta de cese a la piratería online - y, la verdad, es que en el caso español viene que ni pintado. Si la ministra Sinde, en lugar de aprovecharse de su apellido hubiera optado por el acrónimo yankee, igual hasta hubiera tenido acepción. ¡Se acabó vivir de la sopa boba! ¿Pero dónde se ha visto que un profesional tenga que cobrar de manera indefinida en el tiempo por una obra? Me gusta tu canción y yo tengo ahora mis derechos sobre ella para poder hacer con ella lo que me dé la gana, a excepción -claro está- de sacar tajada revendiéndola.  Además, sobre todo los músicos, saben de sobra que sus ingresos no provienen de la venta de música (sobre todo en formato CD), sino de sus conciertos y todo el merchandaising que gira en torno a.

Del mismo modo que hace ya unas décadas vieron que el formato del vinilo iba cediendo terreno a nuevos soportes digitales -primero el CD (otros como el Super Audio CD fue un fracasillo)- ahora el formato tiene que ser el mp3 (y lo que pueda venir en un futuro). La tienda iTunes de Apple es un claro ejemplo de hacia dónde se mueve la industria musical y cinematográfica. Cada usuario se puede descargar canciones aisladas y las puede reproducir en un determinado número (a veces amplio, a veces escaso) de reproductores. Spotify ha marcado otro nuevo hito en la manera de escuchar música. Ya no importa tanto ese afán recopilatorio de miles de pistas musicales (que muchas veces jamás escuchamos), sino de poder escuchar lo que quieras donde quieras.
Dejen al usuario escoger libremente y, si ofrecen música de calidad, llenaremos sus conciertos. Los grandes artistas como Bruce Springsteen o U2, por poner dos ejemplos, lanzan sus entradas y en pocas horas se agotan miles de entradas. ACDC hace 3 años tuvo que repetir concierto en España después de la tremenda acogida. Y dudo mucho que todos los que llenaron los dos recintos tengan, ni toda su discográfía, y que hayan adquirido los correspondientes CD, digamos, de manera legal.
Mientras tanto, otros músicos (por llamarlos de algún modo) prefieren seguir en el erre que erre de determinadas Asociaciones de Gestión de Derechos e intenten querer vivir de la sopa boba.

lunes, 23 de enero de 2012

Complicaciones, las justas: La potencia sin control no sirve de nada

Complicaciones, las justas: La potencia sin control no sirve de nada: Rezaba el eslogan de una conocida firma de neumáticos . Algo muy similar ocurre en el sector de la educación en España en la actualidad...

LA POTENCIA SIN CONTROL NO SIRVE DE NADA


Rezaba el eslogan de una conocida firma de neumáticos. Algo muy similar ocurre en el sector de la educación en España en la actualidad. Desde las direcciones de los colegios privados y concertados, todos centran sus esfuerzos en abrir bien los oídos y querer "estar a la última". Los pilares sobre los que una familia escogía uno u otro centro, hasta hace poco, eran las instalaciones, el bilingüismo y el uso de las tecnologías.
Con el primer apartado, el que tiene unas instalaciones expectaculares, intenta lucirlas a todo trapo; el que, por contra, carece de ellas, "vende" ese déficit como "colegio familiar" (lo cual es muy lícito). En el apartado del bilingüismo, TODOS son bilingües. Desde los colegios públicos hasta los privados y -como no- los concertados. Los centros empiezan a impartir determinadas asignaturas en las lenguas de Shakespeare (o la que proceda en función de su bilingüismo) y, con eso, con dar un reducido número de clases ya podemos decir que el colegio es bilingüe.
Y el último apartado, el tecnológico, no sé si es el que trae más de cabeza a los directores pero, por lo general, es donde están muy muy perdidos. Así, como todos saben que es necesario adquirir tecnología, los "ricos" se lían la manta a la cabeza a adquirir toda clase de dispositivos tecnológicos. Los menos miran mucho la pela el euro y compran en función de cuan boyante esté la caja. Pero, al final, ni unos ni otros compran con cabeza. Pocos son los que se sientan y meditan qué es lo que les hace falta. ¿En realidad es necesario que mi colegio con 800 alumnos tenga PC, o portátiles, en cada aula? ¿De qué me sirve comprar 3 pizarras digitales, si sólo lo va a usar el 20% del alumnado o se utilizará  - casi en exclusiva- para escribir.  ¿Realmente los alumnos que usen la tecnología estarán mejor preparados?
En mi modesto parecer, la adquisición de tecnología debe ser un hecho meditado y orientado a la obtención de una mayor eficiencia tanto del alumnado como del profesorado y personal no docente. Si miráis a vuestro alrededor, la práctica totalidad de los colegios asocian comprar tecnología con comprar hardware. Y al final, un portátil, una tableta o una pizarra digital no es más que un soporte que, por sí, hace más bien poco. Al portátil se le tiene que dotar de programas, de plataformas de gestión del conocimiento que permitan -efectivamente- una mayor eficiencia de todos los usuarios: de los alumnos, de los profesores, del centro y, por supuesto, de los padres. En Think&Go! hemos desarrollado una plataforma denominada study2gether, y por la cual Microsoft nos ha dado el galardón de caso de éxito a nivel mundial al certificar que, en la actualidad es la más potente del mercado. Como "especialistas" en tecnología, creemos (algún fabricante piensa como nosotros) que un portátil al final no es más que un hierro, y que si no le dotamos de contenido, de poco sirve. Que un colegio ofrezca un iPad a cada profesor, que haya un PC en cada esquina del colegio, con pizarras interactivas en cada aula no va a conseguir que los alumnos estén mejor preparados. Pero si a todos esos "hierros" les metemos una gran cantidad de conocimiento, con aplicaciones que permitan gestionar todo el know how que reside en cada colegio, qué duda cabe que los centros escolares ofrecerán un ingente valor añadido, logrando una mayor eficiencia en los procesos educativos. Los estudiantes podrán ver con vídeos interactivos en 3D cómo es la famosa mitosis y meiosis (nada de información tipo fichas de colores, modelo años 1980); podrán familiarizarse con entornos colaborativos permitiendo que, cuando lleguen al mercado laboral, cuenten con una buena base en lo que a procesos de trabajo se refiere; y que será lo que demanden las grandes compañías.

Si queremos formar líderes del siglo XXI, ofrezcamos soluciones tecnológicas del siglo XXI, dejemos atrás métodos decimonónicos. Los alumnos son nativos digitales y ellos mismos rechazarán trabajar en el colegio con pautas que son - en definitiva- anacrónicas.

viernes, 20 de enero de 2012

¿(Ab)Usas de la tecnología?


Hace poco más de un año me reuní con un directivo de RTVE. Contactamos a través de linkedin.com  y me explicó que le gustaría que contara mi experiencia con el cáncer para que, a través de sus conferencias, los asistentens pudieran sacar algo en limpio. Por supuesto que la experiencia es un grado, en cualquier faceta en la vida. Pero cuando las experiencias provienen de gente joven que antes de llegar a los 30 años supera retos increíbles, la cosa cambia; y mucho.
 
El directivo en cuestión quería unir, hilar, cómo la tecnología podía ser sumamente provechosa tanto para el empleado como para la empresa pero, el pero de siempre, sin pasarse en el uso de la tecnología. Es decir, de forma muy simplista, explicar cómo la aparición de nuevos dispositivos y servicios tecnológicos pueden aportar un extra de confort a las personas. Las tecnologías (bien usadas) nos pueden aportar un gran beneficio -valor- añadido al poder trabajar desde cualquier lugar y a cualquier hora. Pero claro, si el uso se convierte en abuso, el discurso cambia radicalmente. Así, se ha pasado de trabajadores (desde empleados hasta altos empresarios) que han utilizado, por poner un caso, la BlackBerry para ver los últimos correos del trabajo a estar permanentemente conectados al cacharrito en cuestión. Quien dice BlackBerry dice iPhone, portátil, tableta, etc. El caso es que no podemos ser tan dependientes de la tecnología. Recientemente Volkswagen ha anunciado que limitará el servicio de los teléfonos de empresa a un gran grupo de trajadores una vez terminado su horario laboral; para que puedan desconectar y se puedan centrar en su esfera privada.

Aunque claro, igual hay gente que prefiere no volver a su esfera privada y seguir en su despacho, en su oficina. El directivo de RTVE me ofreció un dato para el análisis ciertamente aterrador: un elevado porcentaje de empresarios que han sido recientemente padres, con hijos por debajo de 5 años, estiran hasta el límite su estancia en la oficina (fines de semana) e incluso se inventan reuniones o -simplemente- "cariño, no me esperes a cenar que estoy cerrando un presupuesto" sólo con tal de no llegar a casa, cansado, y tener que adentrarse en la otra rutina que, por lo general, ellos mismos, han escogido: su familia, sus hijos, bañarles, cambiar pañales, aguantar lloros y -también- cientos de experiencias sumamente gratificantes. Claro, cuando me dijo esto, no es que no me lo creyera, porque particularmente conozco en mi entorno cercano personas que funcionan así. Pero pienso, qué pena tienen que pasar esos hijos al no poder disfrutar de sus padres; y qué pena esos padres que optan por llegar a casa con todo el "pastel", un delicioso pastel por cierto, en silencio, con los niños cenados y acostados, sin que me molesten mientras tomo algo rápido y me siento en el sofá y continúo... haciendo que trabajo.

martes, 17 de enero de 2012

Complicaciones, las justas: Fracaso escolar, pérdidas millonarias

Complicaciones, las justas: Fracaso escolar, pérdidas millonarias: A mediados de octubre la empresa en la que trabajo ( Think&Go! ) organizó una jornada junto con la APD . Para los que no la conozcan, es...

FRACASO ESCOLAR, PÉRDIDAS MILLONARIAS

A mediados de octubre la empresa en la que trabajo (Think&Go!) organizó una jornada junto con la APD. Para los que no la conozcan, es la Asociación para el Progreso de la Dirección y es una Organización –digamos- precursora de la actual CEOE. El evento se titulaba del Aula a la Empresa y se hizo un repaso general sobre la situación en la educación preuniversitaria, la universidad, la visión de los directores de RRHH de las empresas, etc.

Una de las ponencias me llamó mucho la atención. Concretamente porque ponía sobre la mesa un estudio de mercado que, por vez primera, había cifrado cuál era el coste del fracaso escolar de un alumno. Aunque el dato, si mal no recuerdo, provenía de Finlandia, la cifra en sí te dejaba helado sólo con escucharla: 1 millón de euros. Según este informe, que un alumno en su etapa estudiantil, no universitaria, fracasase (y abandonase, por ende) en sus estudios podría llegar a tener un coste para el estado en torno al millón de euros. El dato es estremecedor. Cuando lo oyes por primera vez, uno piensa: “pero cómo va a ser posible que un mal estudiante pueda acarrear tanto gasto a una nación”. Pero claro, cuando te empiezan a hacer el desglose, no sólo la cifra cuadra, sino que hasta se queda pequeña. En ese millón de euros se contabilizan, y entre otros, los gastos que dicha persona acarreará durante toda su vida a la seguridad social. Lógicamente, alguna vez se pondrá enfermo, necesitará medicinas y, a lo peor, alguna hospitalización. El estudio computó también aquellos costes derivados de otras prestaciones sociales y por los que el estado tendrá que sufragarlos; al ser una persona que –probablemente- esté más tiempo en el paro que en activo cobrará unos subsidios de desempleo y, lo peor, apenas aportará vía impositiva a las arcas. De modo y manera que cuando un estudiante oye eso de “no vas a ser nada en la vida”, hay que tomarlo con cautela, porque algo sí que será (seguro): un increíble gasto para cualquier estado.

Por eso no sólo es necesario acometer una reforma integral del sistema educativo, sino que se debería afrontar una auténtica revolución. Pero, por favor, señores gobernantes: no vuelvan a cambiar los planes de estudios. Porque con cada nuevo gobierno, el entrante modifica prácticamente el sendero marcado por el gobierno saliente. Y así, el único perjudicado es el alumno, que ve cómo tiene que amoldarse a nuevas exigencias del guión.

sábado, 14 de enero de 2012

Complicaciones, las justas: Menuda manzana :- (

Complicaciones, las justas: Menuda manzana :- (: Pues no lo voy a negar. No me gustan los productos de Apple. Del mismo modo que millones de usuarios de dispositivos de la manzana estaban...

Menuda manzana :- (


Pues no lo voy a negar. No me gustan los productos de Apple. Del mismo modo que millones de usuarios de dispositivos de la manzana estaban como locos cada vez que el difunto Jobs sacaba un nuevo cacharrito, seguro que hay millones de usuarios que prefieren otras opciones. Acabo de leer que Apple ha denunciado a una empresa española por copiar (según ellos) el iPad.  Y la española (sangre torera) ha procedido del mismo modo, acusando a Apple por extorsión. Al final todas estas empresas tecnológicas se suman al mismo carro: si veo que me vas a hacer la puñeta, te demando. Saben que cuentan con el apoyo de equipos de abogados y millones de dólares/euros para costearse juicios eternos; cosa que “los de abajo”, es decir, los mortales de a pié, pues difícilmente podríamos resistir tantas embestidas y al final acabaríamos cediendo a Apple o a cualquier otra.

Está claro que el iPhone  supuso un después en el mundo de la telefonía móvil (creo que lo lanzó justo ahora, a mediados de enero de 2007). Lo mismo sucedió con el iPod o el iPad, más recientemente. Pero da la casualidad que hay un mercado amplísimo, con una oferta más que generosa en relación con estos dispositivos de otros fabricantes. Creo no obstante que quien golpea el primero, golpea dos veces. Pero también creo necesaria la competencia.

Muchos recordarán el apuro por el que debe estar pasando Tele5 y su programa La Noria después de que por “culpa” de un periodista, la totalidad de sus anunciantes hayan decidido abandonar el programa (no la cadena). De modo que, teniendo en cuenta que España es ya la quinta potencia mundial en smartphones (y seguro que el iPhone es uno de los más vendidos), flaco favor se hace Apple demandando a una empresa española porque supuestamente hayan copiado al iPad. Imaginemos que todo el mercado español diera la espalda a los iPhone (y por extensión productos Apple de consumo, no ya claro a los Mac específicos para músicos o diseñadores). Seguramente, Apple no creo que tuviera que hacer un ERE, pero posiblemente sí lo notaría de algún u otro modo. Además, a Apple casi que le viene bien, teniendo en cuenta que, por lo general, se copia “lo bueno”. Todo el mundo ha visto alguna vez imitaciones de relojes Rolex. ¿Alguien ha visto –sin embargo- imitaciones de relojes de gama baja? 

Complicaciones, las justas: Quiero Trabajar

Complicaciones, las justas: Quiero Trabajar: Hoy me he acercado a mi médico de cabecera para que me diera el alta por la luxación de hombre que sufrí hace casi un mes. El caso es qu...

lunes, 9 de enero de 2012

Quiero Trabajar



Hoy me he acercado a mi médico de cabecera para que me diera el alta por la luxación de hombre que sufrí hace casi un mes. El caso es que (con esta) es la segunda vez que acudo a pedirle que me deje ir a trabajar. Ya fui a los 15 días a pedirle el alta y me espetó que “no sólo no te la voy a dar, sino que te voy a dar mínimo dos semanas más de baja”. Entiendo la responsabilidad de los médicos con un paciente que se acoja al alta voluntaria, en caso de recaída; pero hombre… con la que está cayendo, con esa crisis galopante que azota toda Europa (España no es ninguna excepción) y allende los mares, casi debería ser un alivio tener en las filas a gente que no le importe ir a trabajar.
Yo por desgracia he sido un cliente asiduo de los servicios de la sanidad pública. Entre 2003 y 2004 tuve que estar de baja cerca de 8 meses por un cáncer, un linfoma no hodking, y flipé cuando un médico del Hospital se extrañó de que me cogiera el alta “tan pronto”; aclaro que yo ya me encontraba bien, el tumor había remitido y todo se encontraba dentro de un orden. Concretamente estuve de baja desde el mes de noviembre hasta mediados de junio. Me explicó que, con ciertas enfermedades, uno se podía tirar un máximo de año y medio de baja sin que te hicieran preguntas incómodas, de cualquier tipo. O lo que es lo mismo, me venía a decir que muchos de sus pacientes estaban con sus sesiones de quimio o lo que fuera y que una vez curados, pues ya que estaban de baja, decidían ampliarla hasta el límite; concretamente año y medio. Y a ver, y lo digo por experiencia: tener que pasar por sesiones de quimioterapia y radioterapia es realmente duro, agotador, extenuante y absolutamente desmoralizador; tanto en lo físico como en lo psíquico. Porque si es duro estar conectado a la bomba volumétrica, no lo es menos cuando piensas si en el próximo control te anuncian que el tumor no sólo no decrece, sino que se está reproduciendo en otras partes de tu organismo. Pero bueno, al lío que me pierdo. Es una vergüenza, una inmoralidad y un sinfín de calificativos que por el hecho de estar de baja, la gente decida ampliarla incluso cuando ya están curados.
Imagino que ahora harán más la vista gorda con estas cosillas.
Así las cosas, entre los casi 5 millones de parados, pensionistas, funcionarios que no funcionan y los caraduras enfermos que alargan sus bajas “porque yo lo valgo”, y los que están de baja pero se encuentran en condiciones de trabajar (pero no nos dejan), desde luego, de esta crisis no saldremos solos.

miércoles, 4 de enero de 2012

¿Está la Tecnología acorde con la madurez del mercado?


Hace un par de semanas estaba recogiendo a mis hijos en el colegio y, como llegué un poco antes, me encontré con el papá de una niña de la clase de mi hija. Hablando de todo un poco al final salió el tema laboral; los clásicos “y tú dónde trabajas” y esas cosas. El, aunque ahora es comercial freelance de formación para empresas, me explicó que hace bastantes años tenía una empresa de tecnología y ofrecía soluciones integrales a empresas: desde PYMES hasta grandes cuentas. Me comentó que cuando se acercó a Telefónica para explicarles que mediante altas tecnologías avanzadas podrían conectarse unos ordenadores con otros y así compartir información (una red de equipos, vamos), casi que le tomaron por un loco que no sabía ni lo que se estaba contando. Mercado inmaduro. Y, todo esto, hacía sólo unos 28 ó 30 años.
Hace 4 años, cuando la crisis me empujó a salirme de una consultora de comunicación, decidí hacer mis propios pinitos por cuenta propia. Mi sorpresa fue cuando un día, camino a casa, me sonó el teléfono. Era el director general de una red social para dispositivos móviles y quería que yo le gestionara la comunicación para una serie de eventos que iba a realizar con motivo de la semana santa. La red social en cuestión se llama Tooio  y – sinceramente- era una idea muy muy buena. Para los que no conozcan la red de Tooio, consiste, básicamente y entre otras cosas, en poder conectar usuarios y, gracias a la geolocalización, poder saber dónde está nuestros amigos. Es decir, me puedo ir de vacaciones a Gerona y saber con Tooio si alguno de mis contactos está en las inmediaciones. Además, permitía enviar sms de manera gratuita (en realidad se enviaban como datos). Tooio se enriquecía gracias a acuerdos con terceras empresas, de modo que uno podía pasear por la calle y el teléfono te alertaba de las rebajas de los comercios próximos, ofertas, promociones, etc.
Tooio te proporcionaba la información relativa al ocio de una manera realmente interesante e innovadora. Para poder utilizar la red el usuario tendría que contar con un terminal móvil con tarifa de datos y/o acceso a Internet a través de wifi.
Pero, de nuevo (siempre hay un pero), la pega es que salía a un mercado muy inmaduro y las probabilidades de éxito eran ciertamente escasas. La inmadurez de ese mercado no era otro que unas tarifas de datos muy caras; sobre todo teniendo en cuenta que el usuario potencial serían jóvenes entre 18 y 30 años. Efectivamente, el usuario se podría conectar a través de redes wifi. Pero la realidad es que en 2007,  las redes wifi gratuitas eran más escasas aún. De modo que Tooio, una excelente idea empresarial, salía al mercado en un momento poco propicio, con tarifas de datos muy caras (las tarifas planas aunque fuesen a baja velocidad aún ni se habían inventado).
Ahora dicen la mayoría de los estudios que España es la 5ª potencia en smartphones, teléfonos que en realidad son ordenadores de mano. Las tarifas planas ahora son muy económicas y hay wifi en todos lados: desde los servicios de transporte urbanos hasta infinidad de tiendas, restaurantes y comercios.

No sé si Rafa Casado, el alma máter de Tooio, pensó antes de crear la red en este pequeño gran problema: la inmadurez del mercado. Quizá quiso crear Tooio pensando en el éxito que estaban alcanzando otras redes sociales tipo Foursquare (https://es.foursquare.com) en otros países; aunque claro, la realidad (tecnológica) fuera de España era bien diferente, y mientras aquí nos dábamos con un canto en los dientes si teníamos ADSL de 6MB, en EEUU ya rozaban los 20MB; ellos con (asequibles) tarifas planas de datos y nosotros pagando casi 40 euros por 500MB en los terminales móviles a velocidad de pedales.

Espero no obstante que empresarios como Rafa Casado sigan pensando y desarrollando ideas innovadoras que empujen la economía. Hablar a tiempo corrido es muy fácil pero posiblemente la mejor alianza que podría haber hecho Tooio no era con un proveedor de contenidos, sino con un proveedor de servicios de Internet móvil.

domingo, 1 de enero de 2012

Adiós al SMS


SMS con contenidos similares a éste (Una botella de cava: 30€. Un cotillón de nochevieja: 60€. Un vestido de fiesta: 120€. Que yo te felicite el año ¡no tiene precio! ¡¡¡FELIZ 2010!!!) los hemos recibido entre el 24 de diciembre y el 1 de enero en cantidades industriales años anteriores. Los recibíamos en los móviles y los volvíamos a reenviar, con alegría, a toda la agenda de contactos; sin importar si era un sms o tres mensajes; sin mirar si lo enviábamos sólo a nuestros amigos  o se nos colaba algún contacto non grato. Daba igual, todo el mundo estaba contagiado con el buen rollo de la Navidad. Y además, ¡qué leche! “son sólo 3 mensajes los que envío al año”. Sólo nos acordábamos de los puñeteros mensajes al mes siguiente cuando revisabas (el que lo hacía) la factura y veía el pastizal que se nos había ido con esos 3 mensajes. Vamos que se te quedaba cara de: idiota, póker, pringao y demás lindezas, mientras jurabas que el año que viene no te pillan. Y, efectivamente, al año siguiente no te pillaban, te arrollaban.
Pero llegó 2012 y los servicios de mensajería instantánea, twitter y redes sociales, con tarifas planas realmente asequibles, con wifis por doquier. Y esos mensajes se siguen enviando, pero ya no como un sms, sino como un mensaje a través del servicio de mensajería. El que empiece el año y no sepa qué es whatsapp, además de quedar “un pelín mal” en su circulo de amistades y familiar, su factura va a ser de órdago. No quiero hacer publicidad de esta empresa (no me dan nada, más que la prestación de la aplicación, que bastante es) pero hay que reconocer que poder enviar mensajes, vídeos, ubicaciones y demás coñas por la cara, pues que tiene su punto (además de un considerable ahorro en nuestra factura telefónica). Y, además, como en 2012 nos vamos a tener que apretar el cinturón (si es que sobrevivimos según el calendario maya), poder recortar algunos de nuestros gastos fijos siempre viene bien.
Quien no lo tiene que estar pasando muy bien en estos momentos son las teleoperadoras: MoviStar, Vodafone y Orange verán con esta caída de mensajes navideños una considerable disminución en sus arcas. Porque por mucho que ellos digan, “grano no hace granero, pero ayuda al compañero”.  Ya el año pasado se cifró aproximadamente una reducción de un 10% en la cantidad de sms enviados en el periodo navideño. Yo este año no he recibido ni un solo sms. Eso sí, cada vez que me conectaba a mi red de datos, el whatsapp echaba chispas, sobre todo entre las 11:30 del 31 de diciembre y la una de la mañana de año nuevo. Y tú, ¿cuántos sms has recibido?