Hace unos días comentaba en Autofinanciación que tanto los partidos políticos, sindicatos y demases deberían costearse a través de sus socios todas sus actividades. Hoy, la presidenta de la Comunidad de Madrid, se lo ha transmitido al presidente del Gobierno.
Ella misma era la que en la pasada campaña electoral anunciaba que la fiesta ya se había terminado, una fiesta donde a veces se había ido inviertiendo, otras veces gastando y, las más, dilapidando lo poco o mucho que había en caja. Los partidos minoritarios y aquellos que han "inflado" por miles su número de afiliados (respecto a la realidad) ahora tienen que estar temblando. El PSOE, después del 20N, verá reducida a casi la mitad las prevendas que recibirá de Papá Estado. Los sindicatos, tres cuartos de lo mismo. Pero lo peor de todo es que muchas PYMES seguirán cayendo, fruto de la alegría descontrolada del pasado. En la Comunidad Valenciana, una empresa de cursos de patrón de yate tiene que estar en un sinvivir. La empresa en cuestión fue contratada por la UGT para impartir cursos de patrón de yate a personas para que -supuestamete- pudieran encontrar trabajo (o mejorarlo). Hoy, después de una auditoría, se ha visto que sólo 20 de los 213 alumnos incritos cumplían con los requisitos dentro del plan de formación 2010/11. Según la Generalitat Valenciana no se justifica que ciertos alumnos tuvieran que hacer el curso de patrón de yate y patrón de embarcaciones deportivas, habida cuenta de su currículo: funcionarios del Ayuntamiento de Valencia, directivos de entidades financieras o -incluso- el administrativo de una parroquia.
A mí quien me da pena es el titular de la empresa que expide esas titulaciones que, muy probablemente, no le paguen la cuantía de estos cursos (en total más de 250.000 euros) y pueda acabar cerrando su negocio por culpa de los sátrapas de turno.
Ella misma era la que en la pasada campaña electoral anunciaba que la fiesta ya se había terminado, una fiesta donde a veces se había ido inviertiendo, otras veces gastando y, las más, dilapidando lo poco o mucho que había en caja. Los partidos minoritarios y aquellos que han "inflado" por miles su número de afiliados (respecto a la realidad) ahora tienen que estar temblando. El PSOE, después del 20N, verá reducida a casi la mitad las prevendas que recibirá de Papá Estado. Los sindicatos, tres cuartos de lo mismo. Pero lo peor de todo es que muchas PYMES seguirán cayendo, fruto de la alegría descontrolada del pasado. En la Comunidad Valenciana, una empresa de cursos de patrón de yate tiene que estar en un sinvivir. La empresa en cuestión fue contratada por la UGT para impartir cursos de patrón de yate a personas para que -supuestamete- pudieran encontrar trabajo (o mejorarlo). Hoy, después de una auditoría, se ha visto que sólo 20 de los 213 alumnos incritos cumplían con los requisitos dentro del plan de formación 2010/11. Según la Generalitat Valenciana no se justifica que ciertos alumnos tuvieran que hacer el curso de patrón de yate y patrón de embarcaciones deportivas, habida cuenta de su currículo: funcionarios del Ayuntamiento de Valencia, directivos de entidades financieras o -incluso- el administrativo de una parroquia.
A mí quien me da pena es el titular de la empresa que expide esas titulaciones que, muy probablemente, no le paguen la cuantía de estos cursos (en total más de 250.000 euros) y pueda acabar cerrando su negocio por culpa de los sátrapas de turno.
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