Según la RAE, Lotería, en su quinta acepción, dice que es el "Negocio o situación que se resuelve mediante la suerte o la casualidad". Y algo así es lo que me ha pasado en mi canción triste de querer capitalizar el paro: ¡¡he dado con un funcionario eficiente!! Y esto, a día de hoy, es para celebrarlo.
Toda esto ha empezado cuando esta mañana me han vuelto a llamar del SEPE para decirme que aún así les falta un papel. De modo que he tirado por la calle del medio: he cogido la recortada (el Ford Focus, el Mondeo ayer una señora se encargó de arrancarme la puerta), la canana (la mochila, donde llevo toda la documentación) y el cuchillo entre los dientes (el bolígrafo). Y he salido de casa con la entera disposición de no regresar con los deberes hechos, al precio que fuese.
Así, he llegado a la Delegación de Hacienda que hay en Majadahonda, al lado del campo donde entrena el Atlético de Madrid, he pedido cita y media hora después me ha atendido un señor. Una vez sentado le he dicho lo que necesitaba y el por qué. Según me iba dando respuestas se contradecía con lo que me habían dicho tanto en el SEPE como en otras delegaciones de Hacienda. Eso sí, la risita floja no se le quitaba de su faz; que, por otro lado, pensaba yo, niputa gracia me hace el tener que perder cada dos días tres horas por vuestra culpa, vamos que no sé de qué se reía. Te imaginas ir a tu Banco, decirle al director que quieres solucionar un cobro que se ha efectuado dos veces y que el susodicho se desgüeve en tu cara. Ni de coña, verdad...Imagino que será por la deshumanización y que deberán pensar que con ellos no va esta guerra...
Una vez que he conseguido que se guardara la risa para otro momento, y lograr que entendiera que ya no quería perder más tiempo, se le ha encendido alguna bombillita y ha hecho las preguntas pertinentes a su superior. Una hora después ha venido con la solución debajo del brazo. He tenido que redactar un escrito y, con la documentación que llevaba, me han conseguido anular todas las altas y bajas en el régimen de autónomos que me habían practicado anteriormente.
De ahí, sobre las 14:30 me he acercado al siguiente frente de batalla: el SEPE. Ahí he preguntado por la señorita que me atendió la vez anterior pero...oh, lo sentimos!!!! Ya ha apagado el ordenador y supone taaanto esfuerzo volverlo a encender que...la he dicho que o mira si está todo bien -encendiendo su ordenador o en cualquier otro ordenador- o le pego fuego a la puñetera oficina. Y si están tan cansados que se tomen un Red Bull o un ceregumil...El caso es que se ha apartado a cotejarlo en otro ordenador y un minuto después ha venido diciéndome que está todo correcto y que ya me enviarán la resolución.
¿Fin de la historia? ¡¡Las ganas!! En Hacienda me han dicho -textualmente- que esté al loro con lo que tengo que pagar de autónomo, porque si me retraso me cobran intereses. Aunque no creo que en eso (coger dinero) se retrasen o se equivoquen. Eso sí, Hacienda aún no me ha ingresado los mil y pico euros que me salían a devolver...
Toda esto ha empezado cuando esta mañana me han vuelto a llamar del SEPE para decirme que aún así les falta un papel. De modo que he tirado por la calle del medio: he cogido la recortada (el Ford Focus, el Mondeo ayer una señora se encargó de arrancarme la puerta), la canana (la mochila, donde llevo toda la documentación) y el cuchillo entre los dientes (el bolígrafo). Y he salido de casa con la entera disposición de no regresar con los deberes hechos, al precio que fuese.
Así, he llegado a la Delegación de Hacienda que hay en Majadahonda, al lado del campo donde entrena el Atlético de Madrid, he pedido cita y media hora después me ha atendido un señor. Una vez sentado le he dicho lo que necesitaba y el por qué. Según me iba dando respuestas se contradecía con lo que me habían dicho tanto en el SEPE como en otras delegaciones de Hacienda. Eso sí, la risita floja no se le quitaba de su faz; que, por otro lado, pensaba yo, ni
Una vez que he conseguido que se guardara la risa para otro momento, y lograr que entendiera que ya no quería perder más tiempo, se le ha encendido alguna bombillita y ha hecho las preguntas pertinentes a su superior. Una hora después ha venido con la solución debajo del brazo. He tenido que redactar un escrito y, con la documentación que llevaba, me han conseguido anular todas las altas y bajas en el régimen de autónomos que me habían practicado anteriormente.
De ahí, sobre las 14:30 me he acercado al siguiente frente de batalla: el SEPE. Ahí he preguntado por la señorita que me atendió la vez anterior pero...oh, lo sentimos!!!! Ya ha apagado el ordenador y supone taaanto esfuerzo volverlo a encender que...la he dicho que o mira si está todo bien -encendiendo su ordenador o en cualquier otro ordenador- o le pego fuego a la puñetera oficina. Y si están tan cansados que se tomen un Red Bull o un ceregumil...El caso es que se ha apartado a cotejarlo en otro ordenador y un minuto después ha venido diciéndome que está todo correcto y que ya me enviarán la resolución.
¿Fin de la historia? ¡¡Las ganas!! En Hacienda me han dicho -textualmente- que esté al loro con lo que tengo que pagar de autónomo, porque si me retraso me cobran intereses. Aunque no creo que en eso (coger dinero) se retrasen o se equivoquen. Eso sí, Hacienda aún no me ha ingresado los mil y pico euros que me salían a devolver...
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