Ayer por la noche estuve viendo una película de James Bond, "Panorama para matar". Los diálogos de 007 en determinadas situaciones, y con la perspectiva actual, son como mínimo para troncharse. Pero algo me dejó durante toda la película en una mezcla de duda y de confusión debido al novedoso material con el que los malos (los rusos) iban a fabricar unos poderosos chips que anularían los sistemas de defensa del MI5 y del MI6 (los más espabilados sabrán qué son estas siglas; pero vamos, algo así como los servicios de inteligencia británicos): silicona.
Yo que no soy, ni de lejos, el mejor periodista en tecnología, mientras veía la película pensaba en cómo podrían haberse imaginado, a mediados de los 80, los guionistas de la película en cuestión que se pudiera fabricar chips de silicona; pechos, sí, pero...¿chips?
El caso es que cuando fue avanzando la película, en un momento estelar (por el diálogo de besugos, más que nada) de Grace Jones con el malo malísimo en un zepelín mientras sobrevuela el Puente de San Francisco suelta algo así como: -¡Guau, menudo panorama! A lo que espeta el malo: -¡Sí, para matar! (insisto, lo de los diálogos es que no tiene precio).
Y claro, cuando aparece Roger Moore con una libreta donde alguien le ha escrito dónde tiene que ir y pone (en inglés, claro, las traducciones sólo valen para el audio): ¡¡¡SILICON VALLEY!!!
En este punto de la película es donde uno ya no sabe si reír o llorar. Mis presagios se hacen realidad: los traductores de la época directamente añadieron la vocal A a Silicon para crear el inexistente Valle de la Silicona. Que, por otro lado, para qué mirar un diccionario o bien consultar con un algún experto sobre Silicon Valley, su ubicación, etc. Otra prueba más que el aprender idiomas es más que necesario. O como dice el chiste:
-¿Se puede entrar?
- If, if, between, between!
Yo que no soy, ni de lejos, el mejor periodista en tecnología, mientras veía la película pensaba en cómo podrían haberse imaginado, a mediados de los 80, los guionistas de la película en cuestión que se pudiera fabricar chips de silicona; pechos, sí, pero...¿chips?
El caso es que cuando fue avanzando la película, en un momento estelar (por el diálogo de besugos, más que nada) de Grace Jones con el malo malísimo en un zepelín mientras sobrevuela el Puente de San Francisco suelta algo así como: -¡Guau, menudo panorama! A lo que espeta el malo: -¡Sí, para matar! (insisto, lo de los diálogos es que no tiene precio).
Y claro, cuando aparece Roger Moore con una libreta donde alguien le ha escrito dónde tiene que ir y pone (en inglés, claro, las traducciones sólo valen para el audio): ¡¡¡SILICON VALLEY!!!
En este punto de la película es donde uno ya no sabe si reír o llorar. Mis presagios se hacen realidad: los traductores de la época directamente añadieron la vocal A a Silicon para crear el inexistente Valle de la Silicona. Que, por otro lado, para qué mirar un diccionario o bien consultar con un algún experto sobre Silicon Valley, su ubicación, etc. Otra prueba más que el aprender idiomas es más que necesario. O como dice el chiste:
-¿Se puede entrar?
- If, if, between, between!
No hay comentarios:
Publicar un comentario