lunes, 11 de marzo de 2013

UNIVERSITARIOS...

La pasada semana me tuve que acercar por la Facultad de Ciencias Políticas, Derecho y Filosofía de la Universidad Complutense. Mucho se quejan los universitarios de los recortes pero lo que me encontré no tiene nada que ver con dichos tijeteretazos:

El niño melón, ¡en su salsa!
1. Cuando llegué al Campus de Somosaguas, como desconocía la ubicación de la Facultad de Políticas, pregunto a un par de chicas. Una se hace la sorda y la otra se acerca al coche, se ríe y no logra saber explicarme que la facultad "está al otro lado del campus". Triste, pero no supo comunicarse. Y eso no creo que sea fruto de los recortes. Intuyo -y casi espero- que con el Whatsapp no tenga problemas ;-)

2. Accedo a la Facultad de Políticas. Hace más de 15 años que yo no frecuentaba estos espacios pero me llama la atención varias cosas. Por un lado parece una delegación del PCE. ¡Está forrada con pinturas con la hoz y el martillo y consignas a lo Bardem! Siempre se ha dicho que la universidad es un sitio donde frecuenta y campa la izquierda a sus anchas; que no tengo nada en especial en contra de ella; pero que todavía sigan poniendo cartelitos con el proceso de Burgos y por jóvenes asesinados hace casi 40 años... Eso no es desarrollo. Eso es querer seguir viviendo anclado en un pasado ciertamente oscuro, con pocas ganas de cerrar heridas. Seguro que las familias de esas personas ya han dado carpetazo al asunto.

Ir al baño -imagino- debe dar hasta miedo...
Sigo andando por los pasillos y me introduzco en las "cercanías" de la cafetería. ¿No estaba prohibido fumar? El pasillo está abarrotado de estudiantes fumando drogas legales y otras de dudosa legalidad, con unas cervecillas para pasar el rato (son las 11:30 de la mañana). Una chica intenta con éxito nulo emular a Joan Baez mientras el resto de sus "colegas" la omiten (y no me extraña): están preocupados que no se les caiga la china. Un poco más adelante, otro joven -con cara de poco estudiante- ha instalado un tenderete donde vende artesanía en forma de anillos y colgantes.
El cojo, en plena acción.
La universidad está forrada con consignas tipo "Queremos becas, no hipotecas" y llamamientos a Huelgas Estudiantiles y cosas similares. Los que rocen los 40 años se acordarán del "cojo manteca". Era un estudiante de pro que, con las manifestaciones de 1986, se hizo un hueco en el corazón de los paisanos de la izquierda y en los periódicos. El muchacho aprovechaba las reuniones tumultuosas, levantaba su muleta e intentaba romper con todo lo que tenía a mano: farolas, papeleras. Fue quizá el personaje más recordado de aquella huelga.



Seguramente muchos estudiantes se quejen de su futuro, de las escasas perspectivas y oportunidades. Pero claro, el que siembra vientos, recoge tempestades.

2 comentarios:

  1. Yo cerraba esa universidad o sacaba el pus de dentro....

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  2. Correcto¡¡¡¡. Qué pena de Universidad¡¡- esta que visitas por lo menos-.Un abrazo.- JI

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