SOUNDS OF SILENCE

La canción Sounds of Silence fue creada hace casi 50 años por Paul Simon y Art Garfunkel para "denunciar"la escasa comunicación que ofrecían las grandes ciudades estadounidenses a sus habitantes, a pesar de la explosión demográfica de estas urbes. Millones de personas pero que apenas se comunicaban entre ellas.

Si vives en una comunidad de vecinos -en una gran ciudad- podrás comprobar que el diálogo más largo concluye en un "Hola, buenos días". Las relaciones personales se ciñen básicamente a nuestro entorno familiar y -quien sea rico poseedor- en el trabajo. Además, estas relaciones personales se practican cada vez más con dispositivos electrónicos. ¿Para qué le vas a llamar a tu marido para darle los buenos días si le puedes enviar un correo electrónico? Uy, eso no, que es de "antiguos"; yo uso el whatsapp para todo. Puede diluviar a mares que si no tengo paraguas, no lo echo en falta; pero como me olvide el móvil...vuelvo a por él aunque tarde una hora. Todo el mundo va por la calle como si sufrieran de escoliosis. En una mano la cartera, bolso o maletín del: portátil, tablet, cargadores y -quizá por error- un bolígrafo; y en la otra, nuestro teléfono. Si es verdad eso de la evolución de las especies, probablemente los niños dentro de varias generaciones tengan el cuello deformado en 90º y con un dedo pulgar más largo y no tan gordo, para poder teclear a toda velocidad. Y qué felices seremos entonces. ¿No?

Yo, sin embargo, donde he estado feliz ha sido en una aldea cerca de Villaviciosa (Asturias). Hemos estado  5 días sin necesidad de quedarnos enganchados a ningún dispositivo electrónico. Mis hijos de 5 y 3 años han cambiado Dora exploradora y pelis chorras de Disney Channel por la vaquería de Emilio, un vecino de Cazanes de 54 años que nos abrió las puertas de su casa todos los días que estuvimos; que les explicó a mis hijos que la leche no sale de un supermercado, enseñándoles incluso a ordeñarlas. Nos ofreció leche fresca, recién ordeñada. ¿Alguien se imagina en una ciudad como Madrid o Barcelona que una familia se metiera en casa ajena?

La hospitalidad de la gente de las aldeas debería ser un referente. Hemos perdido (dicen) en estos últimos 5 años muchas cosas. Pero ahora estamos a punto de perder algo tan grande -y tan nuestro-como la comunicación directa, quizá nuestro activo más valioso.