lunes, 5 de marzo de 2012

MANCOS Y COJOS, PERO CON EL SEXO QUE QUERAMOS

En esta España de pandereta que nos está tocando a vivir es el más claro ejemplo del mundo al revés. Desde hace unos pocos años, por aquello de ser más "progre", la Seguridad Social cubre desde entonces ciertas intervenciones quirúrgicas que para un ¿amplio? colectivo es fundamental. Me refiero a las operaciones de cambio de sexo.

Al otro lado están los de siempre, los que no hacen otra cosa que pedir, pedir y pedir. Por ejemplo: los diabéticos. El que sufre de diabetes bien sabe que tiene que controlarse regularmente la glucosa en sangre por varios motivos. Aparte de tener más papeletas para irse al otro barrio, se puede quedar ciego (entre otras cosas). Como situación previa, los diabéticos sufren trastornos visuales y muchos de ellos tienen que llevar gafas. El tratamiento es muy sencillo: vas al médico y te dicen que vayas al oculista y que te hagas unas gafas, porque el coste de las lentes y la montura no las cubre la Seguridad Social; pero si estás cansado de tener una pirulilla colgando...oiga usted, sepa que la Seguridad Social le puede convertir en toda una mujer, by the face.

Por otro lado, cuando tienes un dolor de muelas, te caben dos recursos. Tirar de nuestra estimada Seguridad Social (que pagas religiosamente en plan cuotas obligadas mes a mes) y si te duele un premolar o un incisivo, ellos te lo arrancarán de cuajo; con mucho mimo, eso sí. La otra opción es ir a un dentista privado para salvar la pieza, que te hagan un empaste o, en el peor de los casos, una endodoncia (más parné a soltar). Pero recuerda: aún estás a tiempo de tener esos pechos maravillosos que, como hombre, siempre soñaste y poder convertirte de la noche a la mañana en Juana la Loca.

Menos mal que cuando te rompes una pierna o tienes una esguince de tobillo no te sierran el miembro (la extremidad). Porque -y hasta donde yo sé- tan hueso es un diente como un fémur. Lo que aún no sé porque leches si te duele una muela te la quitan y no te la arreglan (tampoco creo que sea muy caro), y si te rompes el brazo (como es lógico) te lo vendan o te lo escayolan. Anda, que si siguieran las mismas metodologías, España sería como un barco pirata: todos cojos con pata de palo y con garfios en los muñones.

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