Pocas horas antes de que finalice 2012, el año se va de mi agenda con una grata sorpresa: uno de mis clientes me ha dicho que no sólo quiere que siga trabajando para él sino que, además, me insta a que continúe en mi línea de trabajo y añada nuevas atribuciones, remuneradas aparte.
El por qué de esta decisión lo tengo tremendamente claro: desde el día 1 de nuestra relación profesional no me limité a realizar lo estipulado en el contrato de trabajo. Cada día, cada semana me esforcé por ofrecerle un verdadero valor añadido que pudiera sorprenderle. Han sido acciones que él no se esperó y, fruto de ello, ha mostrado su agradable sorpresa. (Ver más aquí) Si llevas tu coche a reparar a un taller y cuando lo vas a recoger observas que te lo han dejado como los chorros del oro por dentro, perfumado, y encerada la carrocería, lo más posible es que hagas lo siguiente: recomendar el taller a todos tus amigos y familiares; y, si tienes que volver al taller, ya sabrás dónde llevarlo. ¿Estaba obligado el taller a encerarte el coche? Posiblemente no. Pero el gerente del taller sabe que si ofrece un valor añadido extra a su cliente, éste quedará tan contento que no le será difícil recomendarlo.
Y algo así me ha sucedido con mi cliente. Me contrató para la gestión de comunicación y ha visto que ahora -además- tiene nuevos clientes y patrocinadores.
Puedes hacer siempre lo mismo o intentar innovar, sorprender a través de los detalles. Esa es la gran diferencia que te marcará y diferenciará de tus competidores.
Claro que sí. La generosidad siempre es recompensada. Yo también me suelo aplicar el cuento y estas acciones siempre conducen a algo mejor. Tengo bastantes ejemplos en este sentido, pero como no es mi blog ni dispongo de espacio no los contaré. Un abrazo, Santi.J. Ignacio
ResponderEliminarObsequio, detalle, regalo. Lo podemos llamar como queramos. Seamos diferentes!
ResponderEliminarUn saludo y feliz año
Gran post,les copiare el fondo de la idea ,para compartirlo con mi Equipo de trabajo
ResponderEliminarHola José Luis. Me alegro que te haya gustado el post. Espero le puedas sacar provecho.
ResponderEliminarUn cordial saludo y feliz año!
Muy obvio. Eso me lo explicaron a mi en primero de carrera. Que cuando eres becario no solo debes hacer fotocopias sino colocarlas y ponerles un clip, encuadernarlas o ponerlas en una carpeta rosa o azul, según se precie. Y así todo
ResponderEliminarSí, y de puro obvio a la inmensa mayoría se le pasa por alto esos pequeños detalles. ¿Por qué será?
EliminarUn saludo
Si, los detalles hacen la diferencia. Y cuidarlos es más que una inversión, si no también una fuente de satisfacción para la persona que los cuida.
ResponderEliminarComo dicen los americanos "to serve is to rule".