lunes, 5 de marzo de 2012

AL VAGO, ¡JARABE DE PALO!


Hace unas pocas semanas, en un intento por ahorrar unos cuantos miles de euros al erario público, la presidenta de la Comunidad de Madrid eliminaba el complemento salarial para todos los enfermos que están de baja. Supone un 40% de la nómina y, en realidad, es un buen pellizco. Lo que me deja la duda es si la medida tenía una doble finalidad. Por un lado ahorrar un 40% de las nóminas y, por otro, animar a los que estaban viviendo de la sopa boba a volver al "tajo". Bueno, pues parece ser que al día siguiente de emitirse esta norma, más de 2.400 funcionarios han vuelto a su puesto de trabajo. ¡Qué narices!

Lo que nos hace pensar varias cosas: que no hay mejor medicina que reducirte el sueldo; que en España vive una gran cantidad de vagos y que han estado chuleando las prestaciones por baja desde hace años. Que, por desgracia, pagarán justos por pecadores lo cual indica el nefasto o nulo grado de solidaridad e implicación en sus trabajos entre ellos mismos.

Por otro lado, podríamos pensar que la mejor inversión en I+D en el campo de la medicina es eliminar dicho complemento salarial. Me imagino la estampa: más de uno sentado en la terraza del bar de turno, al sol, muy malito él y -al día siguiente- ir corriendo al trabajo a fichar (poderoso caballero Don Dinero).

Poco antes de las elecciones generales del 20N, la señora Aguirre afirmaba que "la fiesta se había acabado". De modo que sería muy lógico abrir un expediente sancionador a toda esta caterva de vagos que han estado aprovechándose de una prevenda pública, pagada por todos; porque han estado mintiendo descaradamente (ellos mismos son la prueba fehaciente que mentían cuando decían que estaban pochos).

Seguramente, y por desgracia, habrá muchos funcionarios que estén enfermos de verdad, luchando contra una "larga enfermedad". De modo que si se invirtiera en seguimientos de cada uno de los pacientes, los que de verdad están enfermos podrían cobrar el 100% de su nómina. Y, por supuesto, los que han estafado, ¡a la calle!

1 comentario:

  1. Encuentro mucha verdad en tu artículo. Es triste que haya tanto trabajador insodilario, y más triste por tanto que paguen justos por pecadores. Tal vez debería abrirse una investigación a los funcionarios que se han reincorporado al trabajo tan casualmente en masa en la misma fecha. Por que cuando se habla de reducir puestos de funcionariado se habla de números y no de personas. Y aunque nadie merezca esta situación, hay unos que merecen sus puestos más que otros.

    Pero esto es lo de siempre, alguien aprovechándose de una ventaja general hasta forzar la situación. Y sucede en todos los trabajos, porque en todas partes cuecen habas. Las bajas deberían tratarse individualmente, por ejemplo poniendo más atención desde los departamentos de recursos humanos

    ResponderEliminar